Adrián Ruíz
De mal en peor. Las diferencias y grillas entre la presidenta del TSJ, Margarita Gayosso Palomino y el presidente del Consejo de la Judicatura, Carlos Palafox Galeana, tienen en completo abandono la administración de la justicia. Ante la falta de coordinación jueces y magistrados, se van por libre.
La impartición de justicia atraviesa el peor momento. Todo absolutamente todo tiene un costo. Nada se mueve sin recursos económicos de por medio.
A río revuelto ganancia de pescadores. O lo que es lo mismo a Tribunal “revuelto” ganancia de juzgadores. Voraces jueces y secretarios del Poder Judicial, sin control cobran cuotas al margen de la ley. Ante el desgobierno que priva al interior del Tribunal Superior de Justicia, de despachan con la cuchara grande.
La mayoría de jueces se preguntan ¿QUIEN MANDA EN EL TSJ?. La respuesta es: nadie las dos presidencias están en guerra -a pesar de la foto posada de Gayosso Ponce y Palafox Galeana, publicada ayer en redes-.
La falsedad se nota por todos lados. Fingieron una camaradería inexistente. Ocultaron sus respectivos puñales.
Para tener una idea clara de como funcionan -mal- las cosas en el TSJ, basta con lo siguiente:
De repente la asesora jurídica del Consejo de la Judicatura, da una orden. Al mismo tiempo la asistente del presidente del Consejo de la Judicatura. O la representante de jueces ante el Consejo emiten otra orden.
Ante el desorden jueces y secretarios, prefieren hacer lo que mejor les -$$$- convenga. Por si fuera poco la presidenta Margarita Gayosso, mantiene un impropio hermetismo como si los temores la agobiaran frente a las presiones constantes de la Secretaría de Gobernación -Julio Huerta Gómez, para no variar-.
Es penoso constatar que muchos abogados postulantes añoren el pasado. Existía un engranaje perfecto de corrupción. Dónde cada Magistrado, tenía su coto de poder y movían en las noches de tertulia y borrachera a sus jueces. ¿Verdad Guillermo Pacheco Pulido?.
Todo según la adscripción que conviniera. Sólo bastaba que los abogados se quejaran con un Magistrado para que las cosas cambiaran.
Hoy no existe ni siquiera una formalidad de procedimiento para interponer una queja. En el Consejo de la Judicatura todos se hacen bolas. Es la gran ganancia de jueces y magistrados.
La improvisación de Carlos Palafox, es la clara oportunidad de llevar agua a sus molinos. El Presidente de la Judicatura, es un novato abandonado a su suerte. Se encuentra en un laberinto sin salida. Perdió el juego ante la mayoría de jueces y magistrados que se cargaron al bando contrario -Margarita-.
Todo está de cabeza en el Tribunal:
Por citar un ejemplo el juez Primero de lo familiar de San Pedro Cholula, en el expediente 1156/22 dictó un acuerdo de “vistos” cuando debió dictar una sentencia interlocutoria, para garantizar la custodia de un menor que fue sustraído ilegalmente. Pero en el juzgado de oralidad de la capital en el expediente CARP-DIG-PJP9309/2022A, asentó que no tiene certeza quién es la autoridad administrativa encargada de pagarle a un juez del Registro Civil.
Y por lo tanto no puede ordenar que retenga alimentos para la subsistencia de una menor. Urge se delimiten las actividades en el poder judicial y termine el desgobierno que golpea a los necesitados de justicia en Puebla.
Mientras las dos presidencias estén confrontadas la justicia seguirá impartiéndose como siempre: al mejor postor.
¡Presidencia vs Presidencia!
Reporte del Informante
Recompensa pobre. Aunque pareciera demasiado premio la dirección del Colegio de Bachilleres del Estado de Puebla -COBAEP-, para José Luis Nájera Muñoz -Lazarillo de Gerónimo Barbosa-. El pago es insuficiente por tres larguísimo años de suplicio.
Sólo alguien con necesidad extrema podría aguantar estoicamente la prepotencia, altanería y soberbia con las que se manejaba el extinto mandatario. Pero sobre todo la irritabilidad permanente -ocasionada por la diabetes-.
El desaparecido gobernador, desconoció el respeto hacia los demás a lo largo de sus 63 años de edad. Y José Luis Nájera, no fue la excepción. Los ofensivos reclamos en privado fueron humillantes.
Pocos aguantarían la fastidiosa labor cotidiana durante tres año. Aún con el pago -salario- y la promesa de recompensarlo. Soportar lo insoportable, a cambio de la dirección del COBAEP, es muy poco.
Aunque el COBAEP es una mina de oro. El tiempo restante -un año 7 meses aproximadamente- debe aprovecharlos al máximo. Como la viuda lo puso dónde hay. Llegó el momento de las vacas gordas. El Colegio seguirá por la vía de la corrupción.
José Luis Nájera, hace dos meses dejó de pasar el bastón al discapacitado Gerónimo. No empujará más la silla de ruedas. Tampoco le dirá al oído quienes lo visitaban -por la ceguera que padecía- nunca más acercarle el mínimo capricho.
Ahora estará en su propia silla -no de ruedas- sino de la dirección del COBAEP. A partir de está semana serán otros los que cumplan sus caprichos.
Lo más importante: su autorización para los incontables bisnes que se generan a diario. ¿Valió la pena desempeñar el papel de Lazarillo?.
¡Cambio de silla!
ruizdur@hotmail.com
TSJ sin timón
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