Adrián Ruíz
Sin credenciales. La Secretaría de Turismo, luce como la tumba política para la recién designada Norma Layón. Los zapatos que le dejará la actual titular Martha Teresa Ornelas Guerrero, parecen difícil de llenar. Una labor intensa de promoción del estado de Puebla y su riqueza, será imposible de superar.
No tenemos el gusto de conocer a Martha Ornelas. Pero si a Norma Layón. La diferencia entre ambas es abismal. Sobre todo en lo que a honestidad se refiere.
La todavía secretaría de Turismo, mantuvo a Puebla en el escaparate nacional e internacional para visitar. Se consolidaron los 12 Pueblos Mágicos certificados con los que cuenta el estado. Las visitas de turistas van en aumento.
El turismo nacional y extranjeros, acude en todas las estaciones del año a: Cuetzalán, Atlixco, Chignahuapan, Huauchinango, Pahuatlán, Tlatlauquitepec, Xicotepec de Juárez. Lo mismo ocurre con Zacatlán, Cholula, Tetela de Ocampo, Huejotzingo y Teziutlán.
Los 12 Pueblos Mágicos, por su belleza natural, son imán seguro. Así como la riqueza de la gastronomía poblana. La promoción de parte de la Secretaría de Turismo, ha sido decisiva en el impulso de todo el estado poblano.
También otros atractivos como las ferias del mole, elote, carnitas, tacos al pastor. Las temporadas del chile en nogada, mole de caderas y todos los platillos exclusivos de la gastronomía poblana, son promovidos en todo el país, por el gobierno del estado a través de la Secretaría de Turismo.
La vara para Norma Layón es muy alta como la próxima secretaria de turismo. La promoción -negativa- que consiguió a nivel nacional, como presidenta del Municipio de San Martín Texmelucan, fue evitar visitar el lugar, para no exponer la vida.
Norma Layón -aún en el poder-, bien podría empezar por promover un tour por San Martín Texmelucan. Visitar las gasolineras que venden huachicol. Los deshuesaderos de vehículos robados. Los tianguis con mercancía pirata y robada etc…
Con esas cartas de presentación como podrá Norma Layón al menos hacer un papel decoroso en la Secretaría de Turismo. Quedó demostrado que hundió en el terror a un solo municipio. Cómo podrá sostener lo logrado en la mayoría de los 217.
¡Zapatos grandes!
Reporte del Informante
Hoja de papel. La fragilidad que todo hombre tiene en su interior se dibujo en la expresión corporal y rostro de Arturo Rueda, al ser detenido otra vez. La rehaprensión se dio a la salida de los juzgados de Cholula minutos antes de la 20 horas.
El comunicador extorsionador -nunca periodista-, estuvo recluido 13 meses en el penal de Tepexi de Rodríguez. Fue sentenciado a 2 años y 3 meses de prisión. Acudió a una audiencia a Cholula, dónde fue radicado su caso.
La imagen de Rueda, en los momentos de su rehaprensión es lamentable. Se entiende la angustia y temor de regresar a un lugar en el que ya estuvo y conoce bien. Estar en la cárcel es duro para cualquiera. No sé vuelve a ser igual. El suplicio le cobró factura física y mentalmente.
Sin embargo las cosas no son como las quiere hacer ver su socio el senador -futuro diputado federal-, Ignacio Mier Velazco a través de su diario Cambio. De ninguna manera es víctima de la ley. Y menos es culpable.
La libertad condicional que le permitieron, no lo exime de ser un delincuente amparado con la falsa etiqueta de periodista -vergonzoso-. Arturo Rueda, utilizó el periodismo para delinquir y hacer daño. Pertenece al grupo de comunicadores mercenarios que abundan en Puebla.
Un amparo federal y la libertad condicional que gozaba, no garantizaban que siguiera por el mismo camino. Si alguien es culpable del regreso a prisión es son su abogado y su boca.
Acaso no le pudo aconsejar que se callará. El proceso seguía y no estaba en condiciones de seguir por el mismo rumbo. Acaso no podía gozar de los recursos ilícitos y manejarse con un perfil bajo.
El extorsionador con la complacencia de su poderoso socio, creyó poder actuar como si en su espalda no cargará la placa de delincuente. Lo riesgoso para Arturo Rueda es que algunas de las víctimas, se animen y lo denuncien.
Lamentable situación pero desafortunadamente salió de prisión a hacer lo mismo. Nunca aprendió a desempeñarse en otra cosa.
Y como dice el refrán: “perro que no come caca, cuando no la come, la huele”.
¡Barbas a remojar!
ruizdur@hotmail.com
Vara muy alta
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