Adrián Ruíz
Puebla peligra. Los diferentes grupos partidistas, sin pertenecer a MORENA, pero con influencia en la política local y nacional, se aprestan a reclamar posiciones en el próximo gobierno. Uno de ellos lo integra la familia Morales Flores, encabezada por el patriarca Melquiades y sus vástagos.
Melquiades Morales, longevo como su compañero y amigo de estudios -leyes-, Guillermo Pacheco Pulido, se han enriquecido a costa del erario público al menos en los últimos siete sexenios. Desde el gobierno de Guillermo Jiménez Morales, en el que fue secretario de gobernación.
Junto con su hermano Jesús a quien ha colocado en diferentes cargos públicos de primer nivel. Hasta los hijos de ambos, Jesús Morales Rodríguez y Fernando Morales Martínez.
El grupo de los Morales Flores, volverá con fuerza en el próximo gobierno. La edad de Melquiades y Jesús les impide regresar a la actividad. Las limitaciones físicas se los impide. Ambos padecen enfermedades notorias por la edad. La cabeza familiar ya no oye.
Eso no impide que exijan cargos para sus descendientes. A pesar de los corruptos pasados de todos. Jesús Morales hijo, tiene un historial delictivo al frente de la seguridad en Puebla, digno de un consumado hampón.
Fernando Morales, se distingue por su afición al polvo. Serios problemas de salud ha tenido al respecto.
Melquiades y Jesús padres, no se quedan atrás en cuanto a vicios y corrupción se refiere. El primero mantiene relaciones importantes en la política nacional. Situación que le permite manejar los hilos en Puebla.
La desgracia en materia de seguridad, volverá a caer para el estado poblano. Los Morales Flores Martínez -según presumen a sus allegados- estará a cargo de Jesús hijo.
Los tiempos de seguridad del morenovallismo, regresarán a Puebla. Los grupos delictivos controlados por Jesús Morales junior, verán abiertas las puertas para operar.
La impunidad para la delincuencia estará garantizada. Lo mismo la impartición de justicia parcial. Desde los tiempos al frente de la policía estatal, los homicidios en la propia corporación quedaron impunes.
La muerte por disparo de arma de fuego oficial del policía estatal a quien apodaban el “Polledo”, quién se desempeñaba como chófer de Chucho hijo, quedó en el olvido. Y en el momento de la “ejecución”, estuvo presente Jesús Morales junior -relato de un testigo a La Entrega-.
Bajo su mando la seguridad en Puebla, fue inexistente. El influyentismo de Melquiades con Rafael Moreno Valle, le abrió el espacio. Tal y como sucederá con Alejandro Armenta -se jactan los Morales Flores-.
Aunque no aparecerá como titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Jesús Morales Rodríguez, ejercerá el mando. Pondrá como secretaria a una mujer incondicional, que actualmente labora en la Secretaría.
¡Delincuencia beneficiada!
Reporte del Informante
Izquierda indecisa. Al parecer Alejandro Armenta Mier, detectó a tiempo que si la izquierda poblana, voltea bandera puede complicarse su proyección en el camino a la gubernatura. Si bien la marca MORENA, aventaja -a la fecha- a la oposición, nada es seguro.
Cómo pinta el panorama, las elecciones del próximo año, requieren de la fórmula de la unión. El compromiso de los 2 millones de votos prometidos por el senador, parecen complicados de conseguir.
Si bien es cierto que Armenta Mier, a lo largo de dos años, hizo trabajo de tierra en la mayor parte del estado. También lo es que algunos lugares no simpatizan con él. Dependerá del trabajo de campaña para convencer a la gente inconforme.
La guerra que se avecina en contra del precandidato relacionado con su pasado, será un pasivo que en nada abonará a la causa. Los compromisos con gente identificada con el PRI, viejos porros mapaches electorales y personajes con negativos recientes, son el lado vulnerable de Alejandro Armenta.
Aunque esos personajes, aseguran tener el antídoto para blindar al precandidato. En la práctica es algo que provocará una crisis.
La molestia en la izquierda es fuerte. Lo peor que podría ocurrir es si diferencian el voto. Y la situación se complicaría si el Frente por Puebla, aprovecha la oportunidad.
La labor de Alejandro Armenta, antes de iniciar la campaña -25 de enero-, será convencer a los izquierdistas locales de adherirse al proyecto de retener la administración estatal para MORENA. El gobierno ejercido por el muerto en tres años, abrió heridas profundas que aún no sanan.
¡Heridas sin sanar!
ruizdur@hotmail.com
