La Entrega Adrián Ruíz
Máximo peligro. La (in)seguridad de los poblanos se le debe al irresponsable gobierno barbosista. El gobernador nos puso en manos de peligrosos transgresores de la ley.
Raciel López Salazar (chiapaneco para no variar) y Ardelio Vargas Fosado de oscuro historial. Por cierto de luto por el fallecimiento de su familiar, Salomón Fosado.
Ambos personajes sin blasones que presumir. Pero hechos dignos de la delincuencia a la más alta escuela.
De Ardelio casi todo está dicho. Lo más reciente es que asumió el centro de espionaje telefónico del gobierno barbosista. Se deben extremar precauciones al comunicarse por celular y aparatos caseros.
Ardelio vigila y no precisamente la seguridad de poblanos y poblanas. Aprendió bien las lecciones en su incursión en el gobierno del extinto Rafael Moreno Valle del que tanto despotrica Gerónimo. También de flaca memoria. Pronto olvidó los favores recibidos de RMV.
Raciel, por su parte tampoco canta mal las rancheras. A pesar de pagar el precio más alto que ser humano pueda asumir. La irreparable pérdida de un hijo. Sin embargo sigue en la misma ruta que se trazó hace años.
Los decomisos de mercancía ilegal, cobros para dejar actuar a la delincuencia en Chiapas, la adjudicación de millones de dólares y despojo de ranchos, implican pagar un elevado costo.
Una afrenta abierta por despojo de su rancho, no pudo ser saldada por el fallecimiento del Fiscal de Hierro en Chiapas, Mariano Herrán Salvati. La sentencia fue lanzada pero no hubo tiempo.
Cuando Raciel, pertenecía al grupo de narcóticos de la PGR, en Tapachula, Chiapas, cerca de la frontera con Guatemala, interceptó camiones pesados cargados con «polvo blanco» y 2 millones de dólares.
Obvio nunca llegaron a las instalaciones de la PGR. Lo decomisado era propiedad de Mariano Herrán. Raciel lo supo por la comunicación vía radio con sus compañeros.
Nada le importó a pesar de conocer que en adelante tendría un enemigo de cuidado. La ambición por encima de todo.
Antes de ingresar a prisión por unos meses, Mariano le dijo «El dinero y la mercancía puedes quedártelos, pero el rancho herencia de mi padre, lo voy a recuperar a como dé lugar».
Meses después salió de prisión. Un infarto cortó su vida antes de consumar su venganza.
La historia de su hijo muerto durante el mundial de fútbol en Brasil en 2014 es digna de relato aparte. También fuentes de toda confianza nos relatan que tanta impunidad, obedece a que Raciel es agente de la DEA, ¿será?.
Reporte del Informante
Patadas de ahogado. La maniobra fomentada por el gobierno barbosista, para politizar el feminicidio de Paulina Camargo Limón, raya en lo absurdo. José Alberto Sosa, padre del homicida sentenciado a 16 años de prisión, acaparó los reflectores con denuncias a servidores públicos.
Apoyado por las autoridades gubernamentales, intenta influir en el juicio por desaparición forzada que tendrá verificativo en dos semanas. Teme que reciba otros años más de sentencia -lo que se puede dar por hecho-. Y junto con el barbosismo, desesperado trata de desviar la atención.
Las acusaciones penales que presentó ante la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción, contra el ex gobernador José Antonio Gali Fayad, el ex fiscal, Víctor Antonio Carrancá Bourget, el ex presidente del Tribunal Superior de Justicia, Roberto Flores Toledano y 7 es una pésima táctica mediática.
Tan mala e infundada que algunos de los denunciados como el ex gobernador Tony Gali -gobernó de 2016 a 2018-, no estaban en funciones en 2015, fecha de reclusión del homicida.
¡Otra sentencia en puerta!
¡En los medios no se ganan juicios!
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