Táctica equivocada. La suciedad que envuelve a la política mexicana. Se asemeja al lodazal del fútbol profesional en México. Todo se mueve por intereses económicos. Y sobre todo de poder.
José Luis Sánchez Solá “Chelis», conoce las entrañas de las dos mafias. Decidió jugar en las dos canchas y perdió en ambas. Le resta explotar su faceta de comentarista televisivo.
La vitrina le sirve para colarse a dirigir equipos profesionales del balompié nacional -a los que ha llevado al fracaso por cierto-. Y para pretender un cargo político.
Lo suyo es el engaño. Jugar dos cartas al mismo tiempo lo delata antes de concretar la jugada. Así lo intentó en el proceso de selección para candidato a la presidencia municipal de Puebla.
A invitación expresa del Delegado de CEN de Morena Carlos Evangelista, para incorporarse a la puja con Claudia Rivera y Gabriel Biestro. Al inicio todo iba bien. El apoyo fue total.
Pero la doble jugada del Chelis -no cambia, ni cambiará- lo dejó en la orfandad. Y lo peor ahora se dice “engañado y usado», cuándo el engañador fue él.
A Chelis le dieron la alineación para jugar un partido con reglas específicas y las violó. La cúpula del poder en Morena, ordenó: nada, ninguna relación con Gerónimo Barbosa y el gobierno estatal.
El Chelis entendió lo contrario. Lo primero que hizo fue correr y ponerse al servicio del mandatario estatal. Pretendió jugar a favor de Gabriel Biestro lo descubrieron en Morena y lo abandonaron. Craso error.
Es cierto le ofrecieron la diputación plurinominal, porque se sabía que no sería el abanderado. Al descubrirse el doble juego lo dejaron sin nada. Los mandos de Morena, nunca más volvieron a contactarlo.
Lo peor de la traición de Sánchez Solá, no fue el veto a él. Perjudicó al equipo que trabajó para la causa. Lo apoyaron sin saber que se fue a “vender» con Gerónimo Barbosa.
Ignora que hay marcaje personal sobre la administración estatal. Atacar a auténticos morenistas como Claudia Rivera, es un error que tiene costo elevado.
Sólo Luis Enrique Fernández, ex jugador del Puebla e integrante del equipo del Chelis, sabía la doble intensión y a tiempo se sumó al equipo ganador de Claudia Rivera. El premio una regiduría si vuelve a ganar la elección la edil con licencia.
Chelis carece del don de la lealtad. Pretende estar bien con Dios y con el diablo. Ignora que el diablo no tiene cabida en las filas de Morena. Tampoco en el gobierno federal.
¡El que las hace no las consiente!
Reporte del Informante
Chapulín útil. Una vez más el oportunista Roberto Ruiz Esparza, se puso a los pies del poder. El también llamado “Capi», prefirió someterse al yugo del gobierno que enfrentar la acusación de obtener un título profesional falso.
Se prestará vía el Partido Verde Ecologista a pretender restar votos a la oposición PAN, PRI, PRD, como candidato a la presidencia municipal.
Gracias a la descarada maniobra como por arte de magia ya no será perseguido. La supuesta denuncia en su contra pasará a los archivos de la Fiscalía General de Justicia. Así se maneja la justicia en Puebla.
¿Rival o aliado?