En el marco del Primer Festival Revolucionario en Puebla en conmemoración del 150 Aniversario del Natalicio de Carmen Serdán, la Mtra. Mayra Sánchez García, académica e investigadora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, impartió la conferencia “La Revolución Mexicana y la participación de las mujeres”.
La conferencia fue realizada este martes en el Museo Regional de la Revolución Mexicana, Sánchez García refirió que “a 113 años del inicio de la Revolución Mexicana y a 150 años del natalicio de Carmen Serdán Alatriste, se vuelve imperante resarcir la deuda historiográfica que tenemos con cientos de mujeres que han jugado un papel preponderante en la transformación y empoderamiento de los diferentes núcleos sociales, asumiendo roles de defensa de los derechos humanos, organización, empoderamiento de las mujeres, toma de decisiones, escritura de textos, difusión de noticias, de la mano de la constante búsqueda de la paridad e igualdad sustantiva, la democracia y justicia social entre otros muchos temas más”.
Subrayó que si pensáramos que la historia pudiera ser narrada por diferentes voces, seguramente una de las voces con mayor fuerza sería sin duda alguna la voz de una mujer. “Han sido las mujeres de todos los tiempos quienes han sido copartícipes en diferentes batallas; pero, lamentablemente en la mayoría de los casos han sido invisibilizadas por la única condición de “ser mujer” en una sociedad patriarcal”.
Durante su participación la académica recordó los pasajes históricos donde Carmen y Natalia fueron protagonistas, reflexionó a cerca del rol que jugaron las hermanas Narváez y Paulina Maraver Cortés entre cientos de mujeres que, dijo “merecerían un apartado historiográfico a la par de cualquier personaje masculino. Mujeres, quienes con sus acciones iniciaron el derribo del techo de cristal en nuestra historia mexicana”.
La investigadora universitario citó y describió la situación social que rodeaba a las mujeres de esa época, “desde la época virreinal a las mujeres mexicanas solo se les permitió estudiar la docencia, así que sólo estaba permitido a las señoritas de clases sociales “acomodadas” asistir a escuelas privadas y claro, bajo algunas premisas básicas como que deberían ser atendidas por mujeres preparadas y bajo un membrete que sonara a familiar por ejemplo Casa de la Amiga. Así surgieron los primeros centros de amistad y partidarismo, no tardando en tomar los caracteres de una positiva junta revolucionaria de mujeres”.
Mayra Sánchez explicó que “esa fue una de las participaciones de las mujeres en la justa revolucionaria. Cientos de mujeres de todas las clases sociales pasaron del partidarismo a la activa presencia organizativa durante el periodo preparatorio de la guerra: consiguieron recursos económicos, parque y armas y ya en el momento de la revolución, armaron y se arriesgaron en comisiones, correspondencia, circulación de avisos y proclamas y adquisición, envío y repartición de armas, pertrechos de guerra y escondrijos y cura de fugitivos y heridos. Estas valerosas mujeres, lograron sumar a su causa, aún a varios sacerdotes católicos y tuvieron un nutrido concurso de los clérigos evangélicos”.
Finalmente, la investigadora retomó las palabras de Ángeles Mendieta quien mencionó que “con el abanico y con el soplador vieron la primera oportunidad real de participar en los comicios electorales. Al conmemorar a Carmen -dijo- hacemos un homenaje a todas ellas quienes hasta el día de hoy siguen en el anonimato.
