Escenario ideal. La precandidatura de Eduardo Rivera Pérez a la presidencia municipal capitalina, no fue la mejor decisión para nadie. Ni siquiera para el PAN. Y menos para el PRI y PRD. Y menos para Puebla y los poblanos.
Rivera Pérez, nacido en Toluca, estado de México. Ha quedado a deber a los poblanos que le abrieron las puertas. Nada ha hecho por el progreso y bienestar de Puebla.
Las nulas aportaciones como diputado federal y local evidencian la falta de compromiso con Puebla. En 2011 tuvo la oportunidad de trabajar para los poblanos en la misma presidencia municipal que de nueva cuenta busca.
¿Qué paso en los tres años que finalizaron en 2014?. Nada absolutamente nada. Y nada es nada. Eduardo Rivera, se escudo en que Rafael Moreno Valle Rosas le puso el pié. Los integrantes de su equipo acabaron desilusionados de su desempeño.
Transcurrió el trienio con más pena que gloria para Puebla. Lo único que cacaraqueó hasta el cansancio fue su fracasado programa de las 100 calles pavimentadas.
Para qué pretende ser otra vez edil capitalino. Sus allegados divulgan que será el candidato natural a la gubernatura del 2024. Rivera Pérez necesitaría más que un milagro para que eso ocurra. Eso es un sueño sin futuro.
Tendría que tener un desempeño ejemplar en la presidencia. Ser el mejor edil de Puebla y del país en toda la historia. Y eso es como creer que la honestidad de los políticos existe.
Primero deberá ganar la elección a la candidata o candidato de Morena. Porque Eduardo no triunfará. El verdadero ganador será el antimorenismo que predomina en Puebla.
Y si la representante resulta Claudia Rivera Vivanco. Podría endilgarle la segunda derrota por la presidencia capitalina. La actual edil lo venció sin tener el grado de conocimiento que ahora tiene ante los poblanos.
Por supuesto fueron circunstancias diferentes. La principal: el movimiento de Morena contaba con la aceptación de poblanos y la mayoría de mexicanos. Además del hartazgo de los políticos de siempre, por lo que ansiaban un cambio. Hoy viven en la decepción.
La ventaja que tendrá Rivera Pérez, será si el candidato es Gabriel Biestro o José Luis Sánchez Solá. A los dos les gana sin el menor esfuerzo. Aunque parezca increíble la desventaja será representar a Morena.
En menos de un sexenio a Morena lo devaluaron los falsos morenistas. Los arribistas acabaron a la velocidad de la luz; lo que tardaron años en construir. En Puebla el principal responsable se llama: Gerónimo. Se apellida Barbosa. Y le dicen gobernador.
Tampoco son tan reales las preferencia que dicen tiene Lalo del electorado. Las encuestas lo colocan como el seguro ganador. Entre la clase popular -mayoría en Puebla- se cataloga como los que ven a los mortales por encima del hombro.
Para bien o para mal a Eduardo Rivera le dieron luz verde. De él depende que esa luz no cambié a roja. Será complicado porque no es de los que les gusta sumar.
Reporte del Informante
Explota su «majestad». En horario de labores. A las 11 horas de ayer, Hilda Vázquez Sánchez -protegida de Gerónimo Barbosa-, directora de recursos humanos de la secretaría de salud. Ordenó que el personal del hospital Covid de Cholula, con contrato de INSABI acudieran a su oficina para una charla motivacional.
Médicos, enfermeras, camilleros nutriólogos, etc… fueron recibidos por los «guarros» de Hilda, quienes les quitaron sus celulares para depositarlos en unas cajas.
Pasaron de diez en diez. Para decirles: “Cómo están chismosos. Me tienen harta de sus chismes a la prensa. Por primera vez en su vida comen dignamente con el salario que se les paga -les paga la federación-«.
«Quien no esté a gusto las puertas del hospital son grandes. Acaso la prensa les da de comer».
Desconcertados porque recibirían una charla motivacional. Y fue todo lo contrario. Repuestos elaboraron una carta para enviarla a Zoé Robledo, director del IMSS, para ponerlo al tanto de las anomalías en el nosocomio de parte de la gente de Gerónimo.
Correo: ruizdur@hotmail.com