Guerra sucia. A pesar de los múltiples obstáculos, Claudia Rivera Vivanco, empezó con el pie derecho su posible reelección en la presidencia municipal de Puebla. Tuvo que librar metidas de pie de diferentes flancos. El opositor principal hasta el último momento pugnó por descarrilarla.
La mujer se impuso a la oposición del gobierno estatal. A pesar de ser del mismo partido fue su mayor enemigo. La batalla librada favoreció a la valiente mujer que nunca se doblegó a los caprichos de la dictadura.
Rivera Vivanco enfrentará dos guerras al mismo tiempo. La electoral contra el principal opositor Eduardo Rivera Pérez, representante del PAN, PRI y PRD.
Y la peor y más cruenta LA SUCIA, orquestada desde Casa Aguayo. Aunque Gerónimo Barbosa, prometió falsamente que no intervendrá en los comicios. Las señales a través de sus esbirros -de comunicación principalmente- mantienen ataques constantes.
Acostumbrada a remar contra corriente. Se impuso a Gerónimo Barbosa, Gabriel Biestro, El Chelis para ganar la candidatura por MORENA. De nada sirvieron los brincos y maromas y de los barbosista. La designación quedó en las mejores manos.
Se impuso en la contienda interna. Evitó la imposición del gobierno estatal. La encuesta de Morena favoreció a Claudia por 8 puntos contra 2 de Biestro, individuo procedente de la capital del país.
Con todo ese lastre, arrancó su campaña en San Pablo Xochimehuacán, junta auxiliar donde acudieron en gran número seguidores de la abanderada morenista.
Para desagrado de sus detractores incluido Gerónimo Barbosa, la candidata por MORENA y PT, fue bien recibida. Sobre todo al llegar al zócalo de la junta auxiliar, donde se reunió con su cuerpo de regidores para culminar en un mitin.
De inmediato Rivera Vivanco abordó un tema prioritario: La seguridad en la ciudad. De las 52 propuestas expuestas por la candidata sobresalen los puntos de los cuerpos policiacos.
La seguridad es el talón de Aquiles para el gobierno en general. Tanto que la secretaría estatal se encuentra a la deriva sin un mando definido.
Claudia arrancó fuerte y segura. Sabe el camino. Ahora cuenta con la experiencia de una administración municipal. Demostró que no se deja mangonear por nadie. Tampoco se intimida ante un gobierno tirano.
Los enemigos pueden formarse en fila. Los atenderá uno por uno como lo hizo en los últimos meses. Ya nada asusta a Claudia Rivera.
¡Curada de espantos!
Reporte del Informante
Campaña a la fifí. Contrario a lo que se esperaba el abanderado a la presidencia de la capital poblana del PAN, PRI y PRD, Eduardo Rivera Pérez, inició su campaña en una zona distante de la clase popular. El candidato “azul», no entiende que también representa a priistas y perredistas, identificados con la ciudadanía común.
La clase alta no le dará los votos necesarios-por lo menos 150 mil- para ganar la elección. Si hace distinciones, priistas perredistas le harán pagar la factura. Está a tiempo de rectificar la estrategia de lo contrario dejará el camino libre a su principal opositora: Claudia Rivera.
¡Azul siempre azul!