Para recordar su vida, honrar su memoria, rememorar sus hazañas deportivas, fue inaugurada la ofrenda de Día Muertos como una muestra de homenaje y de respeto para las figuras del olimpismo mexicano.
Medallistas Olímpicos de México, A.C., la Asociación de Olímpicos Mexicanos, la Fundación Alfredo Harp Helú, el Colegio de Bachilleres y el Museo José Luis Cuevas, unieron sus esfuerzos para montar la exposición de “Tapetes y Ofrendas 2022 Celebrando la Vida y la Paz”.
“Este sincretismo es parte de las conmemoraciones más importantes del pueblo mexicano, que se traslada allende las fronteras. A México y a los mexicanos nos reconocen por muchas cosas, pero esta celebración del Día de Muertos es única y excepcional y que también es un reconocimiento a nuestros pueblos originarios”, destacó Daniel Aceves Villagrán, impulsor de la ofrenda junto con Silvia Alejandra Guzmán, secretaria General del Colegio de Bachilleres.
La ceremonia contó la asistencia de familiares y amigos del figuras del olimpismo nacional ya desaparecidas, pero que sin duda dejaron huella en el deporte mexicano, como Soraya Jiménez, primera campeona olímpica de México; Enrique Basilio, primera mujer en portar la Antorcha Olímpica; Francisco Cabañas, primer medallista olímpico de México; Guillermo Echevarría, nadador oly, primer mexicano en poseer un record mundial en natación y el entrenador Reynaldo Salazar, padre de los medallistas olímpicos Iridia y Oscar Salazar. Todos ellos recibieron su certificado OLY de manera post morten.
Emocionado hasta las lágrimas el señor José Luis Jiménez, padre de la campeona olímpica Soraya Jiménez, no pudo concluir sus palabras de agradecimiento al recordar a su fallecida hija; Mario y Oliver Álvarez Basilio, se dijeron sorprendidos y conmovidos de que las nuevas generaciones sepan y conozcan la hazaña de su difunta madre.
Los también medallistas olímpicos hermanos Iridia y Oscar Salazar recibieron su reconocimiento y pin OLY, al tiempo de que con su asistencia rindieron un sentido homenaje a su padre Reynaldo Salazar, fallecido en las primeras fecha de la Covid 19.
Los tapetes fueron realizados por alumnos del Colegio de Bachilleres de la Ciudad de México, quienes en sus obras a plasmaron a figuras como Noé Hernández, las propias Soraya Jiménez y Enriqueta Basilio, a la célebre gimnasta polaca Vera Caslavská, los aros y la antorcha olímpicos, pistas de atletismo, futbol, basquetbol, calaveras levantando pesas, ente muchos otros elementos del olimpismo y de una ofrenda tradicional mexicana.
“Tenemos la voluntad de reconocer a todas esas personas que nos han antecedido y que sin ellos no podríamos entender nuestra existencia. Para nosotros es muy importante que estos tapetes estas ofrendas, lleven un mensaje puntual el de los valores olímpicos que tienen que ver con la cultura del esfuerzo, disciplina, respeto, inclusión y el respeto a nuestras tradiciones y a lo que somos como mexicanos”, resaltó Aceves.
“Ofrendar es estar cerca de nuestros muertos para dialogar con su recuerdo, con su vida. La ofrenda es el reencuentro con un ritual que convoca a la memoria. La ofrenda es ese ritual colorido donde el individuo y la comunidad están representados con su dádiva; es un acto sagrado, pero también puede ser profano: la tradición popular es la simbiosis de la devoción sagrada y la práctica profana”.
Ofrendar, en el Día de Muertos, es compartir con los difuntos el pan, la sal, las frutas, los manjares culinarios, el agua y, si son adultos, el vino. Ofrendar es estar cerca de nuestros muertos para dialogar con su recuerdo, con su vida. La ofrenda es el reencuentro con un ritual que convoca a la memoria.
La ofrenda fue también realizada para celebrar el quinto aniversario de la entrega del distintivo OLY.