Monumental ridículo. El tiempo de vida política se le acorta a Gerónimo Barbosa. Los caminos se cierran en su entorno. Sin liderazgo, proyectos y sobre todo apoyo del gobierno federal. Será un huérfano destinado al fracaso. Le resta la opción de amenazar con cárcel a exfuncionarios.
Lo más vergonzoso es que ni siquiera se trata de su iniciativa. Se la impusieron desde los mandos de la capital del país. Y no ha cumplido.
El motivo es simple: las cientos de carpetas de investigación que presume contra quienes considera sus enemigos, carecen de sustento jurídico.
El ridículo que enfrentará en el corto plazo es el de Valentín Meneses Rojas, aprehendido el sábado pasado. El ex funcionario marinista acusado del delito de preliberación de reos, saldrá libre
El delito prescribió al transcurrir más de 6 años como lo establece la ley. Gerónimo a pesar de ser abogado lo ignoró. Al dictarle auto de formal prisión por cometer delitos en contra de la procuración y administración de justicia, considerados no graves podrá recuperar su libertad bajo fianza.
Sin argumentos sólidos el juez tercero de lo penal Alberto Zenteno Reyes -quien por cierto es un empleado del consejero Ricardo Velázquez. Y siempre a «pagado» para que no lo muevan de la capital poblana- deberá también dictar la libertad bajo fianza.
Los pésimos consejos y las peores decisiones empujan a Gerónimo a la orfandad política. No saber gobernar. Ni saber manejar la política son errores que más temprano que tarde se pagan caro.
Eligió el camino de los garrotazos. Abrió demasiados frentes en poco tiempo. El poder lo deslumbró. Se puso la soga al cuello. Resta el apretón final para que Gerónimo caiga en desgracia.
El caso de Valentín lo pondrá en evidencia. Aunque como los cobardes intentará con sus porristas lavarse las manos. Deslindarse de la responsabilidad será lo más fácil.
La orden de aprehensión contra Valentín era tan añeja como la diabetes que sufre Gerónimo. El expediente lo revisó en su momento el fallecido exgobernador Rafael Moreno Valle al inició de su administración.
Por razones que sólo el supo, ordenó no ejecutarla. También por motivos desconocidos no desaparecieron la documentación.
Meneses Rojas, cuando asumió la gubernatura Gerónimo, supo que el expediente llegó a sus manos. Ninguna preocupación tenía porque sabía que el delito grave había prescrito. Tanto que reveló sus aspiraciones de contender por la presidencia municipal.
Y al mismo tiempo atendía su notaría pública.
Así que Gerónimo se colgó de un plan del morenovallismo. Como siempre copia a otros lo que es incapaz de crear.
En la misma tónica se encuentran la mayoría de carpetas de investigación que pregona Gerónimo en contra de exfuncionarios públicos. El último argumento con el que pretende gobernar, se desmorona sin remedio.
Los que quieran competir en las próximas elecciones, pueden relajarse. La operación «garrote» de Gerónimo es como una hacha sin filo. Valentín podría convertirse en el héroe de la película si contrademanda al gobierno barbosista. ¿O aceptará el usted disculpe?.
Luego le cuento amable lector que funcionario se niega a arriesgar su prestigio por las locuras de Gerónimo. Pero también quien está dispuesto a obedecer como sirviente. Ambos laboran en la impartición de justicia.
Otro tema espinoso son los prestanombres de Barbosa. Los negocios que hacen son millonarios. ¿De qué honestidad hablará Gerónimo cuando dice que acabará con los corruptos.
¿Se sumarán más ridículos?
Reporte del Informante
Ambición rechazada. El responsable directo de la fractura en Morena, no es otro que Gerónimo Barbosa. La ambición y soberbia lo relegó en los altos mandos del partido. La negociación de concederle el 33 por ciento de las posiciones en las próximas elecciones cumplieron su fecha de caducidad.
Se decidió darle migajas. Tendrá tres posiciones. Atlixco, Huauchinango y una en la capital poblana -diputación-. No podrá imponer a Gabriel Biestro para la presidencia municipal.
Detalles en otra Entrega.
Correo: ruizdur@hotmail.com.