Cinicos al extremo. ¿Alguna vez se han preguntado cómo se puede ser tan cínico. Sin el menor ápice de vergüenza? En periodismo es sencillo: adoptar la postura de Judas. Los ejemplos de los mercenarios Mario Alberto Mejía -ContraRéplica- y Arturo Rueda Cambio-, son las pruebas más claras. Traicionan a quien sea.
Y cuando digo a quien sea. Es a quien sea, incluidas sus familias.
El par de serviles Judas, son los menos indicados para hablar de traición. Ambos por dinero se arrastran. Apuñalan por la espalda. Luego muerden la mano del amo en turno.
Los Judas, practican la traición como un comportamiento de vida. Se traicionan entre ellos -por dinero por supuesto-, pasada la calentura vuelven a darse el beso de reconciliación-lo que ya ocurrió-. No pasará mucho tiempo para que vuelvan a revolcarse en diferentes chiqueros.
Los dos se prostituyen en base a la traición. Utilizan al periodismo para fines turbios. Fueron incapaces de desarrollarse en sus profesiones.
¿De qué grado es el nivel de traición que usan los Judas?. Sí Traicionaron a sus propias profesiones para refugiarse en la práctica de falsos informadores -nunca periodismo-.
Los años de estudio de leyes de Rueda y la falsa vocación de poeta de Mejía, fueron tiempo perdido. Los Judas fracasaron en su realización profesional.
Desconocen la ética y honradez con la que se debe ejercer la mejor profesión del mundo. El periodismo debe desempeñarse con dignidad y ante todo con la verdad. Ni mencionar la PALABRA DE HONOR que debe tener todo hombre que se precie de serlo.
El honor no lo conocen ni por equivocación. La falsedad la llevan tatuada en sus pieles de Judas.
Lambisconear, obedecer, acatar órdenes, enaltecer, arrastrarse ante el poder, no es periodismo. Eso es corrupción. Sumisión fingida.
Por la falta de calidad moral de los Judas, el periodismo poblano atraviesa una crisis de falta de credibilidad. También el corruptor juega el mismo papel y no es otro que: Gerónimo Barbosa.
La información parcial y falta de veracidad no engaña ni al más crédulo lector. La línea editorial -dictada por el corruptor de mayores- que manejan evidencía servilismo sin reservas.
Tener honor es un privilegio, que debe sustentarse en el cumplimiento de la PALABRA DE HONOR. Y los abusivos políticos y los Judas no pueden presumir de ello. Prefieren eludir la responsabilidad de actuar y redactar la verdad.
Intentar engañar hasta a sus lectores más allegados, a sus amigos, a sus compañeros de trabajo, refleja la clase a la que pertenecen.
Por fortuna en Puebla, aún existen innumerables familias que a sus hijos, todavía les inculcan tener: PALABRA DE HONOR. Sólo así se evitará la reproducción de más Judas como Mejia y Rueda. Y políticos como los que gobiernan a Puebla en la actualidad.
Se necesita no tener el mínimo descaro para acusar de traidor a David Méndez Márquez ex secretario de gobernación. Actuar así cuando están cortados por la misma tijera. Es tanto como carecer de progenitora.
Lo que supera todo servilismo imaginable de los Judas, es aplaudir la decisión de su amo. Nombrar subsecretario de gobernación a un delincuente comprobado como Ardelio Vargas, es el colmo.
Callan la peligrosa afrenta contra los poblanos. Aún cuando conocen que se trata de un auténtico mafioso, traidor y corrupto. Nada redactan al respecto. Las 30 monedas que les pagan son suficientes para ponerse un bozal.
Judas Escariote tuvo la dignidad de ahorcarse, luego de la máxima traición de la historia cristiana. Los Judas poblanos, deberían adquirir dos pesos de dignidad para intentar ser HOMBRES CON PALABRA DE HONOR.
Aunque a estas alturas es imposible. Sin embargo pueden evitar exhibirse tan asquerosamente. Dan pena. Pueden seguir con la correa en el cuello. Pero pueden evitar que les pongan collar de castigo. Las wiskas que les tiran no deben estar condicionadas.
Ya no pueden ser ejemplares con pedigree. Pero poco importa, no entrarán a ninguna competencia de razas puras.
¡Traicion+Judas=Mejía-Rueda!
Reporte del Informante
Responsable protegido(a). Después que el gobierno filtró información a sus voceros -retrazada e incompleta-, sobre los responsables de la fuga del peligroso secuestrador Ángel González del hospital de Zacatlán. Olvidaron intensionalmente por protección al o la principal responsable.
La Entrega adelantó desde el 2 de marzo -una disculpa caímos en la presunción del común de los redactores- que el edil Luis Márquez y el director de la cárcel Abraham Juárez Martínez, tenían la mayor culpabilidad.
Sin embargo pasamos por alto un detalle. Ningún recluso(a), puede salir de los penales sin la autorización del director(a) de los Centros de Reinserción Social del Estado.
El titular nombrado por el gobernador del estado, debe firmar la autorización para la salida de cualquier reo. Existen pocos motivos para que sea posible.
Por atención médica urgente. Para acudir a los juzgados a conocer su situación jurídica. O para traslado de reclusorio. Y ninguna de estas razones hubo para llevar al secuestrador al hospital.
El gobierno protege a la primera cabeza que debió rodar por la fuga. Tanta protección existe que se desconoce la identidad del actual director o directora. Hasta enero del año pasado, Lilly Xóchitl Torres, fungía como directora de los CERESOS.
¡Algo oculta el gobierno!
Correo: ruizdur@hotmail.com