Adrián Ruíz
Pieza suelta. Los movimientos y ajustes en la Secretaría de Educación Pública del estado (SEP), siguen en auge. La subsecretaria de Educación Superior, América Rosas Tapia no quiere dejar cabos sueltos. Antes de su inminente salida y llegada a gobernación, dejará a su gente en cargos claves.
Sobre todo sólidos para evitar movimientos en lo que resta del sexenio. Al mismo tiempo quienes dejaron huellas de corruptelas y manejos negativos serán sacrificados con todo y pertenecer al selecto grupo de la subsecretaria.
Sin poder sostener más en la Dirección de Educación Física de la SEP a Víctor Arenas Pérez. La mañana de ayer lo destituyó del puesto. En su lugar fue nombrado el profesor Roberto Serratos Mercenario, quien cuenta con una amplia trayectoria en cargos públicos.
La salida de la Dirección de Educación Física de Arenas Pérez era necesaria. Los turbios manejos y las incontables quejas en su contra. Sin duda representan uno de los negativos de América Rosas.
Sabe que después de su salida Víctor Arenas, sería vulnerable. Sólo sería cuestión de “rascar” un poco sobre su pasado para que salga parte de la podredumbre que existe en Educación Física. Y sobre todo las acciones efectuadas por el ahora ex director.
Los mismos maestros de educación física, reprueban el comportamiento de quien estuvo al frente de la dirección. Tanto que en mayo de año en curso apoyaron una marcha de protesta en las instalaciones de la SEP contra Víctor Arenas. La protección de América Rosas lo blindó para permitirle seguir como director.
El fuego de las graves acusaciones pudo ser sofocado en apariencia. Los problemas en el casi medio año siguieron al interior de la dirección. Ante el riesgo la subsecretaria optó por la solución más conveniente: la salida de Víctor Arenas.
Nunca pudo probar su inocencia en el caso que derramó el vaso: tratar por todos los medios -ilegales por supuesto- de adueñarse de la clave 701 de inspector. Además de los señalamientos de venta de plazas, ascensos, cambios de adscripción con el respectivo cobro que fluctúa de 80 a 150 mil pesos. Y las horas clase de 8 a 12 mil pesos.
En el enjambre están inmiscuidos Miguel Angel Cristales Montaño y Daniel Demetrio Tejeda Barrientos, quienes junto con Víctor Arenas, que presume protección de muy arriba. Al parecer tiene razón porque con su salida de la Dirección de Educación Física, podrá disfrutar de los millonarios recursos que obtuvo.
Lo increíble es que la corrupción que practicó será premiada. Ninguna responsabilidad le fincarán a quien abusó del puesto.
¡Hasta cuándo explotarán a la SEP!
Reporte del Informante
En tinieblas. Uno de los mayores obstáculos para el regreso a clases presenciales en algunas instituciones educativas privadas es el servicio de energía eléctrica. Las escuelas que no tuvieron ingresos por concepto de colegiaturas corren el peligro de cerrar definitivamente.
Para contar con luz en los planteles es necesario tramitar la recontratación del servicio ante la Comisión Federal de Electricidad. La tarifa de escuelas y universidades es alta. La paraestatal se niega a dar facilidades o algún descuento.
La mayoría de escuelas privadas no tienen problema porque cobraron todas y cada una de las colegiaturas. Se negaron a solidarizarse con la economía familiar. Nunca escucharon el llamado de las autoridades para hacer conciencia y bajar las cuotas.
¡Escuelas en peligro!