Negocio familiar. Los abusos económicos que a diario se cometen en el hospital Angelopolitano, son verdaderos atracos a quienes por desgracia deben hospitalizarse. El nosocomio es propiedad de los hermanos Miguel y José Antonio Martínez García. El primero notario de Cholula. Y el segundo, secretario de salud del estado.
El secretario de salud y el notario lucran sin contemplaciones con la salud de los poblanos. Sacan provecho desmedido del azote del Coronavirus. La protección del gobierno de Gerónimo Barbosa les otorga licencia de impunidad.
El hospital de la privada 9C sur número 4108, les fue heredado con otras propiedades por su progenitor Miguel Martínez Villalpando, director del ISSSTEP en el sexenio de Melquiades Morales Flores. Para que el negocio funcione sin llamar la atención. El notario y el secretario del gobierno barbosista, fingen un pleito familiar.
En apariencia ninguno de los dos se aparece por el nosocomio. El bajo perfil que manejan los dos hermanos, les permite pasar desapercibidos. El boyante negocio les reditúa embolsarse más de un millón de pesos al mes, libres de polvo y paja.
La posición de José Antonio como secretario estatal de salud, le concede ampliar la clientela. Sobre todo en tiempos de la pandemia.
Aún cuando el Angelopolitano no es un hospital Covid, los masivos contagios obligan a los afectados a recurrir a los abusivos servicios del nosocomio del secretario de salud y su hermano.
A enfermos atendidos en hospitales públicos, principalmente en el general del sur, se les recomienda hacerse estudios y análisis en el Angelopolitano ¿qué casualidad verdad?.
La responsable del hospital es la doctora general Martha Sánchez Parraguirre, egresada de la BUAP con cédula profesional 2646094.
El nosocomio mejor conocido como el «Atraco», tiene un costo de renta diaria de 30 mil pesos que debe cubrir Martha Sánchez. Motivo principal para que la estancia mínima tenga un precio elevado.
Desde el momento que el paciente cruza la entrada del hospital ya debe las perlas de la Virgen. Los doctores tienen la consigna de ordenar de inmediato estudios de laboratorio, ultrasonidos, radiografías y análisis.
Por supuesto todo efectuado en las instalaciones del hospital. La mayoría de las ocasiones determinan intervenciones quirúrgicas. Sobre todo de apéndice.
La atención obliga a permanecer días en los cuartos sencillos y suites. Antes en el ingreso se debe dejar un cantidad como fianza.
Las cuentas en el «Atraco» son tan altas como las de los mejores hospitales del país. La consigna del cuerpo médico es mantener el mayor tiempo posible a los pacientes en las instalaciones.
¿Sabe como se triangula la información para cuadrar los recursos gastados por la pandemia de parte de la secretaría de salud? Se hace en sobres cerrados entre una pareja de enlaces de prensa.
¡Ingreso al «Atraco» cuchillo seguro!
Reporte del Informante
Sin salida. El funcionamiento del Hospital Covid de Cholula va de mal en peor. En el momento más critico de la pandemia, el administrador Mario Javier Villegas, asumió medidas equivocadas.
Abrió el tercer piso para pacientes. Ordenó que médicos y enfermeras que salgan se desinfecten por su cuenta. En el segundo piso no pueden cambiar los plásticos del área de salida Covid, porque no hay presupuesto.
Además es antihigiénico están colocados desde que inició la pandemia, casi un año.
Decidió que los choferes, hagan labores de camilleros. Más trabajo por el mismo salario y con alto riesgo de trabajo. Desconocen como deben maniobrar. No tienen ninguna preparación con enfermos.
Argumenta: “no hay personal”, sin embargo, escondieron a todos los médicos que están de más. Porque hace una semana hubo supervisión y no tenían cómo justificar que ingresan al área Covid.
El ego que arrastra Javier Villegas, es de tal magnitud que no saluda ni contesta a nadie a menos que lo llamen maestro. Ordena lleven el desayuno a su oficina.
¡Administración de cuarta T!
Correo: ruizdur@hotmail.com