Adrián Ruíz
Cuotas obligadas. La inseguridad que reina en San Andrés Cholula, obedece al superlativo grado de corrupción de las últimas tres administraciones -por lo menos-. El problema se arrastra hace años. La incursión de la delincuencia en todo el territorio es imposible de ocultar.
La administración del edil Edmundo Tlatehui Percino, acostumbrado al billete grande. Desató los hilos de la seguridad pública para el suministro de capital
Tlatehui Percino, con la protección de Casa Aguayo -eso presume a grito abierto en la presidencia de San Andrés. Incluso asegura que tiene amarrada una diputación local en su futuro- no podía dejar pasar la oportunidad de enriquecerse más. Tiene como meta superar la fortuna que consiguió la exedil Karina Popoca.
La suma de capital es lo único importante para Edmundo Tlatehui. La explotación de la administración entró en apogeo a pesar de los escasos meses al frente.
El edil panista -apapachado por el gobierno “izquierdista”- decidió obtener ingresos por la vía de la (in)seguridad que predomina en San Andrés Cholula. El pase de lista de los más de 200 elementos, debe estar acompañado de los mil pesos de cuota correspondientes por trabajar en seguridad pública municipal.
El comandante N Carrillo, es el encargado de la recolección semanal en efectivo. Lo que reditúa 150 mil pesos -los 51 elementos incorporados recientemente no cooperan todavía-. La suma según el recolector son para gastos de operatividad de la presidencia.
Los elementos ignoran a qué gastos se refiere el comandante. Los policías en patrulla deben pagar la gasolina y toda falla mecánica de las unidades. Lo mismo los uniformes y equipo que portan. Ignoran si se refiere a los gastos del presidente municipal.
Debido al pago de cuotas que deben cubrir con puntualidad los días viernes. Los supuestos guardianes del orden andan a la “casa” de víctimas a lo largo y ancho de los 58 kilómetros de San Andrés Cholula. Ninguno de los más de 3 mil 800 habitantes del municipio escapan a la cacería de la policía.
Los visitantes también forman parte de la lista de ingresos a las clandestinas arcas municipales. El dinero en efectivo entran libres de polvo y paja. Edmundo Tlatehui, no bromea cuando al calor de las copas dice a sus amigos: “tengo que duplicar la fortuna de Karina. En el pinche pueblo -se refiere a San Andrés- analfabeto eso es lo único que cuenta el $$$”.
Edmundo Tlatehui, dio carta abierta al Ministerio Publicó adscrito al complejo a cambio de no recibir una sola denuncia contra su policía. Ante las facilidades San Andrés se ha convertido en tierra de insaciables depredadores.
¡Policía presionada!
Reporte del Informante
Nuevo escenario. Ante la obviedad de las reuniones en Casa Aguayo de Gerónimo Barbosa con sus emisarios de la prensa y funcionarios afines para dictarles línea sobre temas específicos. Y por la fuga de información. El anfitrión decidió cambiar de escenario.
Ahora las comilonas se realizan en el fraccionamiento exclusivo sobre el bulevar Esteban de Antuñano. Sí, el lujoso lugar en el que los “chicharrones” de la familia Pacheco Pulido y Pensado, truenan. Sólo ellos y nadie más que ellos deciden quienes entran y salen. Nadie más.
Con ese sistema controlan todos y cada uno de los movimientos de quien “invitaron” a vivir en una casa adquirida por ellos. El nuevo inquilino antes de la comida con los invitados. Les ordena la bitácora de temas de la semana en sus respectivos medios informativos
Lo mismo hacen los funcionarios predilectos -por el momento, hasta que acabe el encanto-.
¡Línea directa!
ruizdur@hotmail.com