Por Adrián Ruiz
De acuerdo con el INEGI, el porcentaje de pobreza laboral en Puebla es del 50.2 por ciento. Es decir un poco más de la mitad de la población -3 millones aproximadamente- tienen ingresos inferiores a la canasta básica. Los escalofriantes números nada importan a quien está -gobernador- para velar por la mejoría de los gobernados.
Gerónimo Barbosa prioriza sus intereses personales, familiares y amistades. Sin medir las consecuencias, prefiere riñas intestinas a conciliaciones para el bien colectivo. Los empresarios sin ser peritas en dulce y ajenos a ser magnánimos, arriesgan sus capitales para generar empleos.
El reclamo justo de los patronos y que tocó las fibras intolerantes del autoritarismo fue devolver el campus de la UDLAP. Después faltó valor para sostener la petición. Eso envalentonó a Gerónimo Barbosa para subirse al ring para expulsar que los industriales no aportaron dinero durante la pandemia. Y es verdad pero él tampoco ha aportado un ápice de su inmensa fortuna para el combate contra la Covid.
El gobernador no aporta un peso partido por la mitad para crear empleos. Y menos para la pandemia. Los 3 mil millones gastados -según él porque en la página del gobierno no existen datos de como se invirtió tal cantidad. Sería bueno una auditoría- apoyos que desde el gobierno puede aportar no son suyos son de los gobernados.
Lo más increíble es que exprese en público que no tiene metidas las manos en un conflicto que de acuerdo con sus palabras: “La UDLAP no tiene injerencia del gobierno ¿?. ¿De dónde sacan ustedes que yo devuelva la UDLAP?. Ese es um tema de fundaciones. “Es un asunto de legalidad.
¿Si no es injerencia tomar al campus con la fuerza pública -policía estatal que está bajo las órdenes de su gobierno?. ¿Si no es injerencia imponer a Ríos Piter en la rectoría -cobraba en su administración como asesor-. Imponer a gente en cargos de la Universidad?.
¿Tampoco es injerencia ordenar aprehensiones contra las autoridades universitarias?. ¿Tampoco es injerencia ordenar pasarse por el arco del triunfo los amparos favorables a Fundación Jenkins?.
¡Descaro sin límites!
Reporte del Informante
Promesa y promesas. Las promesas inviables del gobierno estatal para construir un circuito que corra fuera del Periférico Ecológico para regular el transporte público en esta vialidad, sólo es una falsa promesa que atenta contra uno de los mandamientos de la 4T: no mentirás. Contar con una vialidad subterránea requiere un estudio de factibilidad y recursos millonarios.
Si se toma en cuenta que han pasado casi tres años de gobierno sin una sola obra en todo el estado. Carece de credibilidad invertir en el transporte público. Sobre todo por la fallida modernización del parque vehicular que con bombos y platillos anunció el gobierno barbosista.
A la fecha no sólo no se cumplió lo prometido. El transporte público de Puebla es uno de los peores y más caros para los usuarios del país.
¡De que hablas willie!
Licenciado en periodismo
ruizdur@hotmail.com
