Adrián Ruíz
Mercenario suelto. Quién osa calificar de pasquín al medio de comunicación más sencillo, ignora lo que es el periodismo. Y más cuándo se trata de publicaciones que contrario a los “oficialistas” subsisten con sus propios recursos. Los que maman de la ubre gubernamental, también difunden noticias. Pagados para servir al “amo” pero tampoco son pasquines. Cada quien informa o desinforma.
Comunicador -nunca periodista– Judas Etílez, conocido como Mario Alberto Mejía, tu pálido periódico -por los opacos colores- El Hipócrita Lector -bueno de tu amo Gerónimo-, no por carecer de credibilidad en sus páginas es un pasquín. Por el contrario cumple con “informar” las mentiras de un gobierno corrupto.
Hacer periodismo y respetar sus valores así como su esencia es el verdadero reto. Los mercenarios -como tú comprenderás- no lo entienden. A pesar que El Hipócrita Lector, es utilizado sólo para lucrar, no puede llamarse pasquín. La nula circulación -ni los voceadores saben que existe-, no es motivo para menospreciarlo.
La pálidez del rotativo, combina con el tono de piel intoxicada de un teporocho, después de las deshidratantes crudas por la permanente afición al alcohol. Las páginas opacas asemejan a la falta de pigmentación que padecen los diabéticos. Y no por ello es un pasquín. Se trata de un medio de comunicación, sin credibilidad pero un medio al fin.
Algo es cierto: el tubo de vitacilina que requieres no cabe en la oscuridad de tus profundidades, para mitigar el ardor por no poder contener el desprestigio de quien te da de comer y beber. Llamar pasquín a un medio informativo que subsiste con recursos propios es una forma vil de denostar al periodismo crítico.
Se vale hacer el ridículo en defensa de lo indefendible. De alguna manera se deben justificar los 300 mil pesos mensuales que recibes del erario público -no del bolsillo de quien te jala la rienda-. Por cierto urgen los testigos de las publicaciones para el respectivo “chayo”. Hay que surtir la cantina. A pesar de los pesares El Hipócrita Lector, no es un pasquín.
El vicio de “chupar” propicio el fenómeno para succionar al gobierno estatal. Siempre al servicio del poder. Y hoy más que nunca con la bandera de una defensa mezquina de Gerónimo Barbosa. Una defensa por demás infructuosa. Los hechos hablan por si solos. No se necesita ser el gran reportero para detectar los negativos. A diario solito se pone de “pechito”. Aunado al corrupto pasado de kilómetros que arrastra.
Las fábulas políticas del Hipócrita Lector son insuficientes para clasificarlo como pasquín. Las páginas impresas de falsedades son la línea para “desmentir” a todo aquél que demuestre que su “amo” miente y roba. El Hipócrita Lector no califica como pasquín.
En la cómoda del servicio de toda la información que la estructura del gobierno de Gerónimo Barbosa, le proporciona -en comilonas en Casa Aguayo y en ocasiones urgentes por la “chayotera” oficial Verónica Vélez-, dispara sin apuntar porque su tembloroso pulso le impide dar en el blanco.
Por dignidad – si te queda una pizca- respeta a los medios de comunicación. Respeta al periodismo. Pero sobre todo respétate a ti.
¡Y sin embargo no es pasquín!
Reporte del Informante
¿Sabe lector que nombre tiene la secundaria técnica de Zinacatepec? Dos pistas: no fue general del Ejército. Si cacique de la comunidad. De ese tamaño es el ego y protagonismo de la familia.
La historia -documentada- comprueba la grave equivocación de imponer su nombre a la emblemática institución educativa.
¡Inmerecidos honor!
Licenciado en periodismo
ruizdur@hotmail.com
Respeto al periodismo
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