Adrián Ruíz
Último jalón. El panorama en los dos frentes que enfrentarán los comicios de junio en Puebla son contrastantes. La tranquilidad de haber hecho bien las cosas en Juntos Seguiremos Haciendo Historia. Contrasta con la preocupación de Mejor Rumbo para Puebla. La diferencia está en ganar y perder.
Con escaso margen de 15 días de campaña. No se ve por dónde los candidatos del PAN-PRI-PRD, puedan al menos competir por el triunfo. Los errores, pero sobre todo la soberbia de Eduardo Rivera y Mario Riestra, los marginaron de las preferencias del grueso de la población.
A pesar de contar a su favor con las dos peores administraciones estatal -el muerto- y municipal -Claudia Rivera- de parte de MORENA. Los candidatos azules, no supieron, ni pudieron ganar adeptos. A los dos los respalda el escaso número de panistas, identificados con la extrema derecha.
Cantidad insuficiente para obtener la gubernatura y presidencia municipal. Los panistas menos cerrados, se dieron cuenta que ninguno de los dos garantiza bienestar para Puebla y los poblanos. Y optaron por cambiar de bandera -voto-.
En la otra parte -MORENA-, Alejandro Armenta y Pepe Chedraui, dejaron que sus adversarios se ahorcaran solos. Evitaron caer en provocaciones y guerras estériles. Optaron por realizar campañas de propuestas.
Convencidos que a la gente morenista, ecologistas, petistas, panista, priista, perredista, emecistas, etc… les interesa más que haya seguridad, progreso y bienestar general. Se acercaron a la población.
Poco o nada interesa a los gobernados, inventos de amenazas o allanamiento de morada. Es el pan de cada día de los más de 6 millones de habitantes en el estado. Son embates diarios de la delincuencia. Y en ningún caso se hace promoción a nivel nacional.
Por el contrario se da carpetazo a cada uno de los casos. Con todo y que se trata de hechos comprobados. No de farsas como las de los panistas, quienes armaron sendos escándalos. Claman justicia, sin haber recibido el mínimo rasguño.
En los restantes 15 días que separan a la elección. A la dupla Armenta-Chedraui, le resta mantener la diferencia de 2 dígitos para asegurar la victoria. El resultado con escaso margen de tiempo parece irreversible.
Sin opción los panistas y aliados, apuestan por ensuciar la elección. Utilizarán todos los recursos posibles para apelar a la anulación. Es la clásica reacción de los perdedores.
¡Causa perdida!
Reporte del Informante
Un par de catástrofes ocurrirían en Puebla, si el muerto -Gerónimo Barbosa, siguiera gobernando-. Las dos de graves consecuencias. Las dos con cargo negativo a la ciudadanía.
Sumadas a las incontables que concretó con la recua de ladrones que encabezó. Poblanas y poblanos, estaríamos padeciendo: 1.- Un saqueo mayor y la traición a MORENA y al presidente AMLO. 2.- El apoyo incondicional a Eduardo Rivera y al PAN.
Por fortuna le llegó la hora -La Entrega con medio año de anticipación pronosticó que sus días estaban contados-. Y no por dones de pitoniso. Si no porque de primera mano sabíamos de su precaria salud -diabetes-. Y por el desenfreno con el que vivió sus últimas semanas. Pero eso pertenece al pasado.
La alianza que sellaron el muerto y el “toluqueño” panista, para encumbrarlo a la gubernatura de Puebla. Se hizo por la amistad de la viuda -Rosario Orozco- con Liliana Ortiz -esposa del nacido en el Estado de México-.
Por cierto -no por casualidad- las dos mujeres buscan ser diputadas federales. Ambas sin el mayor mérito que ser parejas sentimentales de políticos falsos y corruptos que vivieron sus momentos cumbres hace dos años. Si llegan al Congreso de la Unión, será de los males el menor.
Los mortales comunes, no se imaginan del terrible mal que nos libramos con la muerte de Gerónimo y de que el “toluqueño” no consiga la administración de Puebla. Aunque también el muerto estaría con el único pie que le quedaba en prisión.
Sería otro gobernador “fuereño”, como fueron Mariano Piña Olaya -guerrerense- y Manuel Bartlett Díaz -tabasqueño-. Los verdaderos poblanos no deben permitir imposiciones de tal magnitud.
Si el destino favoreció a Puebla, con la desaparición de un fulano como el muerto. Se debe aprovechar para completar el impedimento del segundo plan que tenía con el “choricero” Rivera.
¡Puebla para los poblanos!
ruizdur@hotmail.com
Ópticas contrastantes
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